El Mar Mediterráneo es conocido por sus aguas que varían desde un profundo azul hasta un verde esmeralda, creando un paisaje marino fascinante y lleno de vida. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar por qué se dan estos colores? Estos tonos no solo capturan la belleza del Mediterráneo, sino que también son indicadores importantes de la salud de nuestro mar.

El intenso azul que caracteriza las zonas más profundas del Mediterráneo es un reflejo de la pureza y claridad del agua. Cuando vemos este azul profundo, estamos observando aguas limpias, donde la luz solar penetra sin dificultad. Este color está íntimamente relacionado con la presencia de Posidonia oceánica, una planta marina vital para el ecosistema. La Posidonia no solo mejora la transparencia del agua, sino que también actúa como un pulmón verde bajo el agua, proporcionando oxígeno y protegiendo la costa.

Por otro lado, los suaves tonos verdes que se aprecian cerca de la costa tienen su origen en la luz que se refleja en las praderas submarinas y en el fitoplancton. Estos verdes vibrantes son signos de un mar lleno de vida, rico en biodiversidad. Muestran un ecosistema marino dinámico, donde la energía fluye y cada ser viviente juega un papel crucial.

En resumen, los matices azules y verdes del Mediterráneo son mucho más que un hermoso paisaje; son señales naturales de la salud ambiental del mar. Un mar que exhibe estos colores es un mar vivo, saludable y lleno de riqueza natural. Así que, la próxima vez que admires el Mediterráneo desde nuestro Puerto Deportivo Juan Montiel, recuerda que estás observando un mar en pleno equilibrio ecológico.

*Imagen con propiedad de uso de Puerto Deportivo Juan Montiel.